SIEMPRE TU SOMBRA
Sobre el agua nocturna de la roca,
¡qué recuerdo de sol!
En el silencio detenido de la rosa,
¡qué ambición de color!
Y en mi frente y en cruz
siempre tu sombra.
¡Qué desierto temblor!
Bajo el beso del ¡ay! que hay en tu boca
¡qué derroche de amor!