No te diré lo mucho que te quiero.
16 años de besos son bastantes.
Jamás aprenderé a no besarte
aunque no tenga labios para hacerlo.
Creería al mirarte que me veo,
si no existieran el después y el antes,
y de este modo, por un extraño arte,
creásemos las dos el mismo sueño.
Inocente y feliz avanzas firme.
Tu verdad y tu fuerza, van delante.
Luz vestida de aroma imposibles,
tienes algo especial que obliga a amarte.
No recuerdo de ti, ni una hora triste.
yo soy feliz, solo por ser tu madre.