Me enamora tu voz húmeda y clara,
transparente y audaz, serena y dulce,
sin rejas, ni temor, ni servidumbre,
tu voz que como el agua, se derrama.
Vibrando en mi cintura y en mi cara
como el agua, me impregna y me recubre.
Como el agua, en oleadas me seduce,
como el agua, tu voz, en mi garganta.
No preciso la luz de tu mirada,
ni notar tu calor, ni tu perfume.
Solo tu voz de amor haciendo bucles,
y enredarme sin fin. Hasta la nada.